22 abril, 2009

ENSOGA

Qué insípida es mi palabra, confusa que llena un vacío de otro, mecánica de ocho cuerdas.

Un trozo late atado en la caja negra, cuerdas de cachemira laceran, palpita rojo mientras las tensa. Anestesiado, se entumece mientras espera. Mientras espera que al eco de la ola se lo coman las piedras.
Atacó sin darme cuenta, masa de agua imparable, el beso del cielo despierto en su frente. Extendió su cortina disolviendo la frontera de los días. La caja negra viaja en la gelatina del viento.

3 comentarios:

Capt. Durand dijo...

Corto pero interesante post. Me gusta su inicio, "Qué insípida es mi palabra"...Debo decir que estos posts no dejan mucho espacio para comentar; me gustan sus escritos pero son muy diferentes de los que publicaba en sus dos anteriores blogs...

... dijo...

Me intriga sobremanera su identidad...es el único que comenta y ha seguido los blogs anteriores...

Aubanel dijo...

Regresaba a hacerle un comentario que olvidé dejar ayer y encuentro una respuesta suya a mi "augurio". Pues primero lo primero; si las matemáticas no me fallan, ha dejado de cumplirse el promedio de un post por mes.
No sólo a usted, sino que también a mí me intriga mi identidad. Un hombre sabio escribió que "la identidad es el verdadero diablo"...asi que le propongo que pongamos esos temas puntiagudos a un lado, y digamos que soy un lector que de un tiempo acá decidió dejar su silencio y empezar a comentar en su(s) espacio(s), lo que espera no le incomode, claro está