Ravant hace su aparición. Con su plectro juvenil y desnutrido. Sonriendo y haciendo gracias absurdas. Emociona. Uno cae bajo una ilusión efectista. Preso de su turbio encanto. El compás adormecido y sinuoso. A veces es raudo. Es en otras incierto.
Su ritmo te mira. Con ojos de invierno. En un lago estival. Te anestesia sin saberte anestesiado.
Y no te das cuenta. A lo lejos baila Ravant. Con su poesía depauperada.
22 septiembre, 2008
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3 comentarios:
tienes cara de anciana.
Saludos camarada,
Aunque actuaré como un antiguo profesor de francés, creo que el título de su blog debería ser "Les..." y no "Las...", pues el sujeto es en plural.
Admiro su blog y su uso del lenguaje, aunque hay algo en él que me intriga tanto como Ravant. Me refiero a todos esos comentarios de los camaradas con escaso vocabulario; no responda sobre eso, era algo que quería comentar. Espero no verme impertinente.
Nos estamos leyendo.
gracias gracias
el chiste era mezclar frances con español.
como bien ha dicho usted, me abstendré de comentar acerca de aquellos vatos.
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