Andaba yo paseando mis carnes tranquilamente cuando me di cuenta de lo absurdo de mis palabras. Ya no me saben a lo mismo.
Dejé todo para cambiarle el sazón en un blog secreto, pero se volvió un agujero negro. Ahora es imposible salir de aquí. Es como un balero neceando con dar en el hoyo siempre fallando y siempre utilizando la misma técnica. Es como aquellos parches cegadores de equinos que crean una enorme pared entre lo de afuera y el ojo del caballo. Es como meter la cabeza en un cubo lleno de la propia vomitada.
Sin embargo
aquí seguiré.
Llorandocagandomaldiciendorecordandoysintiendo.
Todo en el mismo lugar.
07 octubre, 2007
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