24 octubre, 2007

COSAS

Finalmente Platón murió y tú bajaste de tu cable. Finalmente pensé que podría desatarme y clavarte un vidrio verde en los ojos, mientras mis manos se hundían en el bosque de tu cabeza. Que podría abarcarte todo con dos brazos y sentirme libre otra vez.
Pero...
...Pero
No es así.

Ahora soy una oruga en un capullo blindado, sin saber hacia donde flota.
Me quitaste la luna, ahora la libertad.

Decídete, con un carajo.

No hay comentarios: