Contorsionista de emociones, oreja perforada. Ni tú sabes qué esperar de ti.
Pasan los días, pasan las noches. Saltas y te escondes. Te pierdo, me pierdes, me pierdo, me hablas, te escucho, te quejas.
Platón de dos años, traspasaste mis ojos. Para ti mi madera, para ti aquel lago figurado en esa acuarela. Para ti aquel verde irlandés, eterna embriaguez.
Eres puros sonidos de cuerdas disonantes, te elevas y caes, moldeable, voluble, sensible, adaptable. Líquido honesto.
Adlátere del tapete y de la ofensa al caminante...manchas en la corredera.
Madrugador tardío. Cariño animal, profundo y sencillo; duele verte doloroso.
Tú haces de esta noche miserable un cotillón desmedido.
Tú te robaste mis lunas y julios. Tú...curioso rizado. Eterno pedrusco en el pecho, ancla que no se mueve.
A ti te extrañaré. A ti y tus lunas de octubre en febrero.
25 septiembre, 2007
23 septiembre, 2007
Otro domingo muerto
Es la primera vez en mucho tiempo que maconha no me visita la noche del sábado. Ha empezado nuevamente la compulsión por tener páginas.
y páginas...
y páginas...
y páginas
páginas.
Así es.
y páginas...
y páginas...
y páginas
páginas.
Así es.
22 septiembre, 2007
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